Superada la rabia de saber que (casi) todas las concentraciones en Madrid previstas este año para los días 7 y 8 de marzo se habían cancelado, hemos decidido que nuestra actividad y nuestra lucha no se cancela y por eso, con todo el respeto a la legalidad vigente y a las normas sanitarias, ayer nos fuimos a dar un paseo vestidas de morado y con nuestros carteles.
Podrán cancelar las concentraciones y podremos renunciar a ellas, pero nuestras reivindicaciones de igualdad, justicia, vivienda digna y protección social no van a desaparecer ni del espacio público ni de la agenda y si no podemos juntarnos, haremos barrio, que juntas somos más fuertes y llegamos más lejos.
Todos los días son 8M y por mucho que se empeñen, la calle también es nuestra.
ANTE LA EMERGENCIA SOCIAL, EL FEMINISMO ES ESENCIAL