La lucha de las mujeres feministas durante el franquismo
ROSARIO SEGOVIA
El feminismo tal y como lo conocemos hoy, es un movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres. No voy a cansaros dando nombres y fechas, solamente recordar que las mujeres feministas españoles hemos recorrido un largo y tortuoso camino y que, si hoy estamos aquí, se lo debemos a todas aquellas mujeres que desde tiempos remotos fueron ignoradas, quemadas, brutalmente agredidas, encarceladas y muertas en tumultos y manifestaciones por ser diferentes, valientes y defender lo que hoy en parte nosotras hemos conseguido.
La situación de las mujeres españolas a principios del siglo XX era desoladora, aproximadamente el 80% eran analfabetas y estaban muy influenciadas por la iglesia, que siempre consideró al sexo femenino “la reserva espiritual del país”. Hoy cuando el papel de la mujer está casi normalizado en la toma de decisiones a muchos niveles, es oportuno volver la vista y el recuerdo hacia aquellas mujeres insumisas que nos abrieron el camino hacia la emancipación. La llegada de la II República trajo a las españolas por primera vez en la historia de nuestro país un viento de igualdad y libertad.
Las Misiones Pedagógicas en defensa de la coeducación, la Institución Libre de Enseñanza, la Unión de Mujeres Antifascistas, Mujeres Libres, Lyceum y Ante, fueron algunas de las asociaciones que lucharon por conseguir que el atraso secular que padecían las mujeres españolas saliera a la luz, teniendo que enfrentarse a múltiples dificultades de todo tipo, empezando por la ultraconservadora y poderosa iglesia católica, para quien las mujeres siempre fueron ciudadanas de segunda y para la que tenían y tienen todavía reservado el papel de esposa y madre, dulce, obediente, sumisa y paridora de la especie.
Expondré someramente la catástrofe que supuso el golpe de estado del general Franco en la destrucción de los logros conseguidos por la II República para las mujeres. Entre los más importantes destacaré: el derecho al voto, la igualdad ante la ley, el divorcio, el aborto, la participación de la mujer en el trabajo asalariado y en política, etc. En nuestro país el Código Penal de 1870, el Civl de 1889 y el Código de Comercio de 1885 donde a las mujeres se nos castigaba con dureza, se nos relegaba a una posición subordinada y se nos trataba de incapaces fueron derogados por la República, y con Franco fueron restituidos y estuvieron vigentes nada más y nada menos que hasta 1975. Merece la pena que recordemos que en el Fuero del Trabajo de la dictadura franquista en la declaración II se dice “Se regulará el trabajo a domicilio y libertará a la mujer casada del taller y de la fábrica”. Durante una buena parte de la dictadura fue una imposibilidad legal que la mujer se registrara como desempleada, salvo que demostrara ser cabeza de familia, por lo cual el trabajo de la mujer era clandestino, desarrollándose en los hogares, economía sumergida y por lo tanto sin derechos ni cotizaciones.
Las feministas durante el franquismo tuvimos grandes dificultades para salir adelante en nuestro país. Estaba mal visto que la mujer trabajara fuera de casa ya que su obligación era cuidar del hogar y de los hijos. Al ser dependientes económicamente no podíamos decidir un futuro viable fuera del matrimonio y habíamos sido educadas para ser esposas y madres, además del aislamiento que nos rodeaba como “reinas del hogar” y “reposo del guerrero” que al llevar el salario a casa había sido educado a su vez ara ordenar y mandar en los hogares.
Corren nuevos tiempos afortunadamente para el feminismo en España y yo he querido recordar el granito de arena que aportamos a la lucha muchas mujeres en unos tiempos tan difíciles y siniestros donde hablar de aborto, divorcio, homosexualidad, igualdad de derechos y salarios, etc., era algo que había que hacer con mucha prudencia ya que eran temas prohibidos y perseguidos, corrimos riesgos, sufrimos críticas y nos enfrentemos a muchas dificultades, pero aquí seguimos algunas para dejar constancia de nuestra lucha y sobre todo para desear que algunas mujeres de este país continúen la senda que algunas transitamos en el pasado para que el olvido no cubra sus logros en tiempos tan difíciles como los que no tocó vivir a nosotras y por encima de todo que la lucha por la igualdad continúe hasta la victoria final.